Has trabajado duro en el proyecto, pero tu jefe aún señala algunas deficiencias. Un colega de la oficina siempre te desprecia. Si llamas a tu jefe un perfeccionista, o dices que tu colega es un esnob, tienes un locus de control externo. Si analizas la situación, en busca de tu error, tienes un locus de control interno. A pesar que un locus de control interno hace que sea una actitud positiva, tiene ciertas desventajas también.
Autor:
Perfeccionismo
Según lo explica el psicólogo
estadounidense Julian Rotter, las personas con un locus de control
interno están convencidas de que son los dueños de su destino. El estar
convencido de que eres el único responsable por el resultado de
cualquier situación conduce a un fuerte deseo de hacer cualquier cosa y
todo lo que sea necesario para asegurarse de que sea positiva. Esto hace
que las personas con un locus de control interno se esfuercen mucho
para que no haya espacio para el error. Cuando hay otros involucrados en
la realización de una tarea, estas personas los conducen demasiado
hacia la perfección. Esto hace que los demás los perciban como poco
razonables.
La ansiedad excesiva
Las personas con un locus de
control interno creen que son sus esfuerzos los que determinan sus
experiencias de vida. Según David A. Gershaw, Ph.D, profesor de
psicología, cuando estas personas se enfrentan al fracaso, experimentan
una gran cantidad de culpa. Se atribuyen la falta de algo que hicieron
mal, incluso se niegan a considerar que pueda haber habido algún factor
externo que haya influido. La próxima vez que se encuentren con una
situación similar, estas personas se ponen ansiosas por fallar de nuevo y
harán todo lo posible para asegurarse de tener éxito.
Baja autoestima
Aunque el esfuerzo y la
capacidad son importantes, a menudo hay factores más allá del control
del individuo que determinan el éxito. Por ejemplo, si tu jefe critica
la forma en que te precipitaste a través de una presentación, es posible
que el tiempo que te han asignado se redujo al último minuto, haciendo
que la prisa fuera necesaria. Si tienes un fuerte locus de control
interno, te negarás a aceptar que se trataba de un factor fuera de tu
control, y en su lugar, te reprenderás a ti mismo por no estar preparado
con una versión más corta de la presentación. Cuando estas situaciones
se repiten constantemente, disminuyen tu autoestima y pueden conducir a
la depresión.
Vulnerabilidad emocional
Según la terapeuta familiar y
matrimonial Dra. Jennifer B. Lagrotte, no es saludable sentirse
excesivamente responsable de la felicidad de los demás. Las personas con
un locus de control interno lo hacen y se culpan a sí mismos cuando las
cosas no salen bien. Cuando hay una discusión, ellos creen que deben
haber dicho algo para incitar a su pareja. Si sus hijos sufren las
consecuencias al cometer un error, estas personas creen que podrían
haber hecho algo para evitarlo. La capacidad de una persona para una
introspección acerca de su contribución a un problema es una cualidad
apreciable, pero la exageración de ésta la hace susceptible al chantaje
emocional de los demás.
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